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El futuro del Multilateralismo

La Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible fracasó en arribar aun amplio plan de acción para el desarrollo sostenible. En vez, el resultado es un compromiso que meramente mantiene el status quo. ¿Cuál es, entonces, el futuro de las intenciones multilaterales para atacar a la erradicación de la pobreza y la protección del ambiente?

Por el Dr. Claude Martin *

///Cuando atienden a llamados para reducir el impacto de los humanos sobre el planeta, frecuentemente se acusa a las Organizaciones No Gubernamentales de querer regresar a la gente a las cavernas. Irónicamente, mi pensamiento al finalizar la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible es que algunos gobiernos, debido a intereses económicos a corto plazo, se han refugiado en sus cavernas nacionales----posición que solamente aumentará nuestro devastador impacto.

///Por mandato de una resolución de la Asamblea General de las NN.UU. en 1999, los líderes mundiales, reunidos en la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible deberían haber producido un plan de acción para fijar los problemas con la Agenda 21, el proyecto de desarrollo sostenible, erradicación de la pobreza y protección ambiental aprobado hace diez por más de 170 gobiernos en la primera Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro.

///Pero las negociaciones durante estos últimos diez días más bien parecían una "carrera hacia el fondo" que un sincero intento de lograr progreso. Aunque en sus discursos los líderes mundiales enfatizaron la importancia del desarrollo sostenible global, en las salas de negociaciones muchos países trabajaron para proteger sus propios intereses al impedir que la Cumbre alcanzara nuevas metas y plazos.

///Los compromisos y la debilidad del lenguaje en el Plan de Implementación eran tales que en algunos casos meramente reiteraban compromisos previos.

///Un ejemplo de esto es la sección sobre energía. Los efectos de los cambios climáticos ---alzas en los niveles de los mares, eventos climáticos extremos más frecuentes y más intensos, y efectos adversos en una variedad de ecosistemas---deberían servir para enfatizar la necesidad de un sistema multilateral para atacar estos problemas.

///Sin embargo, los EE.UU., Arabia Saudita, Japón, Canadá y Australia lograron proteger sus intereses en combustible fósil. El Plan de Implementación meramente reitera los acuerdos hechos durante los últimos años y no incluye ni metas ni plazos para alguna forma de energía renovable. Esto no solamente no enfoca los cambios climáticos sino que es a expensas de 2 millardos de personas que no tienen acceso a servicios de energía.

///El plan de acción de la Cumbre para comercio y globalización es igualmente insatisfactorio. No destaca que la agenda propuesta por la Organización Mundial de no necesariamente funciona a favor de los pobres y el ambiente natural. No vuelve a manifestar el Principio de Precaución---un detalle crucial de la Agenda 21--- y no asegura que los tratados ambientales internacionales, tales como el Protocolo de Kyoto quedan protegidos por los reglamentos del OMC sobre la libertad de comercio.

///Además, no hay referencias a Evaluaciones del Impacto Sostenible. Es notable que en una Cumbre de Desarrollo Sostenible, los gobiernos dejaron de aplicarse al problema de subsidios para prácticas ambientalmente destructivas.

///En general, para cada uno de los puntos cubiertos por la Cumbre, los resultados reflejan los mezquinos intereses de algunos países en vez de los intereses de la gran mayoría de los países que preferirían ver acción---sin hablar de la sociedad civil que tuvo un papel muy constructivo en el procedimiento. El resultado final es que la cumbre fracasó en tomar la acción necesaria para reducir la insostenible producción y consumo que está empobreciendo a nuestro planeta y los que lo habitamos.

///Los gobiernos deberían ser la voz legítima del pueblo y deberían reconocer las grandes diferencias entre las naciones, sus culturas y sus circunstancias económicas. Deberían actuar solidariamente en vez de dividir y gobernar. Para que esto suceda, el mundo necesita objetivos metas y plazos claros. Pero la dinámica de las negociaciones acarreó la pérdida de audaces visiones. El resultado fue el mínimo común denominador.

///El frustrante resultado oficial de la Cumbre, sin embargo, no significa que el evento no fue útil. En los preparativos para Johannesburgo, y durante la Cumbre, hubo un número de gobiernos que presentaron propuestas progresistas y demostraron su voluntad por un liderazgo que va más allá de sus intereses económicos. Además, y al contrario de lo que comúnmente se cree, vimos a muchas compañías trabajando junto con las ONGs para lograr claras reglas y principios de operación. Durante el curso de la Cumbre, se formaron una sorprendente diversidad de nuevas y positivas asociaciones públicas-privadas e iniciativas locales.

///Por más decepcionante que fue la Cumbre, vemos oportunidades y un camino hacia delante que no permitirán que los rezagados comprometan las esperanzas del mundo. Prevemos nuevas constelaciones de gobiernos iluminados, institutos intergubernamentales, ONGs del ambiente y desarrollo, compañías progresistas, y pensadores creativos que se dedicarán a los problemas que no se resolvieron en Johannesburgo. Prevemos que tales grupos y alianzas se dedicarán a programas de desarrollo sostenible y forjarán nuevas alianzas de política para mitigar las actuales fallas en el sistema multilateral.

///Creo que la mayoría de las personas comparten una preocupación común por las futuras generaciones. A medida que aumenta la presión sobre los recursos naturales y se agudizan las inequidades, se fomentará el crecimiento de las ONGs. La gente apoyará a los líderes de todos los sectores de la sociedad que hagan un salto hacia adelante y apliquen soluciones concretas basadas en un interés ético a largo plazo por el planeta y sus habitantes.

* Claude Marin es el Director General de WWF Internacional en Gland, Suiza.