Volver al HOME

En su Día:
Agua para la Tierra

>>> El aumento de temperatura, el deshielo de los polos, el agrietamiento de la capa de ozono, la escasez de agua dulce, la contaminación de los suelos fértiles y la extinción de especies son algunas de las degradaciones que sufre el planeta por el exceso de explotación de los recursos naturales y por las cuales hoy se alerta acerca de los peligros que pueden representar para la vida humana.

> En la Tierra, tercer planeta del sistema solar y el único que reúne las condiciones necesarias para la vida, habitan actualmente 6000 millones de personas que diariamente hacen uso del agua, recurso natural que ocupa 70,8% de la superficie terrestre. Sin embargo, 1200 millones de personas carecen de este vital líquido.

> En los últimos años, la preocupación mundial en torno a temas ambientales se ha centrado en la conservación del agua, un recurso indispensable para la vida y que, hasta hace algunas décadas, se pensaba que era ilimitado. Si bien es cierto que la tierra está conformada en su mayoría por agua, el 97,5% de ésta es salada y únicamente el 2,5% es agua dulce.

> Debido al uso de fertilizantes y químicos en los cultivos y la falta de infraestructura necesaria para el tratamiento de las aguas negras, la mayor parte del agua dulce de la tierra, que se encuentra concentrada en ríos, lagos y reservas subterráneas, sufre de contaminación. A escala mundial, el 70% del agua se utiliza para la agricultura, 20% para la industria y el 10% restante para usos domésticos.

> Cada día la escasez de agua dulce es más frecuente, sin embargo es sólo uno de los tantos problemas que aqueja al planeta Tierra. A éste se suman el aumento de la temperatura, el deshielo de los polos, el agrietamiento de los suelos fértiles y la extinción de especies. Si el hombre no toma conciencia, estos problemas pueden representar una amenaza para su vida.

> Es por ello que en el 2004, el Día de la Tierra ha sido dedicado a la conservación de este recurso vital. Bajo el lema "Agua para la vida", la comunidad internacional e innumerables organizaciones hacen un llamado a la población para tomar conciencia sobre la importancia del agua dulce y promover medidas a nivel nacional, regional y local que reduzcan los efectos que tiene la escasez del agua sobre la calidad de vida del hombre y el planeta.

> El Día de la Tierra fue ideado por el senador estadounidense Gailor Nelson, a mediados de los años sesenta, en respuesta a las crecientes problemáticas ambientales. El 22 de abril de 1970, se celebró por primera vez el Día Mundial de la Tierra en los Estados Unidos, Canadá y varios países de Europa Occidental. Desde 1994 por decreto del ex-presidente Rafael Caldera, en Venezuela se celebran anualmente las Jornadas Nacionales de Conservación que comienzan el 22 de abril y culminan el 5 de junio, Día Mundial del Ambiente.

Venezuela sin agua
> Venezuela es uno de los países más ricos en recursos hídricos, la mayoría de los cuales se encuentran concentrados al sur del río Orinoco. A diferencia de la tendencia mundial, el consumo de agua por sector en el país señala que la escasez de agua no es un problema. El consumo de agua por sectores, estimado en 1996 apuntó que el 46% del agua es demandada por el sector agropecuario, 46% se emplea para uso doméstico y el 11 % restante para uso industrial.

> Sin embargo, cada día es más frecuente la falta de agua en los hogares venezolanos debido a los largos periodos de sequía, producidos por los cambios que ha sufrido el ciclo hidrológico a raíz del incremento de las temperaturas climáticas. En muchas ciudades del país el consumo promedio de agua diario por habitante es de 500 litros, aunque esta cifra varía según la ubicación y clase social. La organización Mundial de la Salud ha señalado que con 250 litros de agua un habitante puede atender sus necesidades.

> Considerando la gran cantidad de agua que se utiliza en el sector urbano del país, sólo el 6% de las aguas residuales recibe algún tipo de tratamiento. Por ello la mayor parte de las aguas venezolanas se encuentran contaminadas, poniendo en peligro no solo al hombre sino a la flora y la fauna nacional. Todos los hábitats establecen estrechos vínculos con las aguas que los rodean y de ellas se benefician todas las especies que habitan en los alrededores.

> Precisamente, en Venezuela los humedales son uno de los ecosistemas que se encuentran en peligro, estos cubren el 17% de la superficie nacional. Según la Convención Ramsar, firmada 2 de febrero de 1971, los humedales son "extensiones de marismas, pantanos, turberas o aguas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas incluyendo las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros".

> Estos desempeñan una función ecológica esencial en un entorno determinado por los recursos hídricos, ya que proporcionan agua limpia, reducen los sedimentos de las fuentes de agua potable, desempeñan una función de contención del agua y evitan fuertes corridas de aguas durante las inundaciones. Sin saberlo, los venezolanos contaminan uno de los dos sistemas de humedales inundables más grandes del mundo: los Llanos compartidos por Colombia y Venezuela.

FUDENA en la conservación del agua
> La Fundación para la Defensa de la Naturaleza (FUDENA), brinda un aporte al tópico de la conservación del agua, a través de dos de sus programas ubicados en la ecorregión de los Llanos y en la Sierra de Portuguesa.

> En el proyecto "Conservación y Uso Sustentable de la biodiversidad de la Ecorregión de los Llanos" se planteó desarrollar una propuesta de conservación ambiental que considerase la situación ambiental y socio-cultural de la zona y dictase el camino a seguir, mediante proyectos pilotos y estrategias de educación ambiental, relacionadas con el uso de actividades productivas más amigables con este gran humedal. Hoy en día, este plan es un hecho y en el futuro cercano se presentará a la opinión pública.

> Por su parte, el programa concentrado en la región andina, actualmente promueve la creación de un corredor biológico entre los Parques Nacionales Yacambú y Terepaima, ubicados entre los Estados Lara y Portuguesa, específicamente en la llamada Sierra de Portuguesa. El objetivo primordial ha sido establecer una figura de protección legal para este tramo boscoso que alberga las cabeceras de los ríos más importantes de esta área del país. Esto contribuirá en un manejo integral de sus recursos naturales y mejoraría el suministro de agua en los Estados Lara y Portuguesa.